El abogado Gustavo Morales ha solicitado a la comisión de Peticiones y Acuerdos de la Legislatura la “inmediata devolución” de los pliegos remitidos por el Poder Ejecutivo al Poder Legislativo referidos a las candidatas Jimena Suárez Giannoni y Patricia Carugatti para ocupar el Tribunal de Impugnación.
Según el denunciante, el trámite debe suspendido “hasta que se efectúe una profunda revisión tanto de los procesos de selección como de las ternas elevadas por el Consejo Asesor de la Magistratura, para que el advenimiento de la judicatura sea el del mejor y no producto de la magnanimidad del Poder Ejecutivo o de la promesa de obsecuencia, para evitar futuros ‘Leiva’ -en referencia al vocal de la Corte- en el órgano judicial”.
“Por aplicación de la ley provincial n° 9.186, que otorga ya no discrecionalidad sino una vulgar arbitrariedad al titular del Ejecutivo (Juan Manzur), se desemboca en una situación vergonzosa de selección a quienes ocupan lugares alejados de la terna”, argumentó Morales. Y continuó: “se aprecia una flagrante ilegalidad, pues los candidatos propuestos no superan los estándares de idoneidad y tampoco responden a las exigencias de imparcialidad e independencia”.
Entre los justificativos de su solicitud presentada ayer, el abogado ha reiterado en numerosas oportunidades que el desembarco de Suárez Giannoni y Carugatti en el Tribunal de Impugnación no garantizaría ni independencia ni imparcialidad en la Justicia. “Lo fundamental es entonces un transparente y equitativo proceso de selección de los candidatos a ocupar la magistratura, lo que contrasta con las dos propuestas en el caso concreto porque provienen de situaciones amañadas, empezando por la falta de motivación del titular del Ejecutivo provincial para prescindir de quien, en ambas ternas, ocupaba el primer lugar”, expuso Morales.
“La independencia de los jueces es tutelada por medio de disposiciones constitucionales y legales que por la naturaleza de su contenido persiguen el propósito de protegerlos y mantenerlos en una posición tal que los desaliente a sucumbir a las influencias o presiones eventuales -expresó en el escrito-. Lo que está en juego es la confianza que un juez debe inspirar a los ciudadanos en democracia”.